tag:blogger.com,1999:blog-33567931690466189472024-03-13T21:33:28.758-07:00Desde otras vocesA los seres capaces de amar mis alebrijes tallados con el filo de impiadosas palabras. A tantas orfandades a llaga descubierta habitando intemperies en mitad del despojo. Al país de las nubes, su filiación de piedra, su pueblo hospitalario, sus mujeres poetas.Unknownnoreply@blogger.comBlogger38125tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-88372074584673292352007-09-19T18:09:00.000-07:002010-12-30T14:11:53.755-08:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis1jPHYtusShzf2gcOODMs_mdpCUKbaTxjvJWhm65DnyrbsWnr8xMJ38L62881DzvFjJrma81qtjXQN7qqQxpxKira0XHAVK-QHGVPK0_4nxAxkXDJ8tpDPs_tJ2hLsynnLUE6s_2wpD70/s1600/Desde+otras+voces.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis1jPHYtusShzf2gcOODMs_mdpCUKbaTxjvJWhm65DnyrbsWnr8xMJ38L62881DzvFjJrma81qtjXQN7qqQxpxKira0XHAVK-QHGVPK0_4nxAxkXDJ8tpDPs_tJ2hLsynnLUE6s_2wpD70/s640/Desde+otras+voces.JPG" width="468" /></a></div><br />
<strong>© Norma Segades - Manias </strong> <br />
Enero, 2004<br />
Imagen de tapa: <strong>Óleo "Manifestación", Antonio Berni</strong>Unknownnoreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-20061700665882967712007-09-19T15:06:00.002-07:002007-09-19T15:07:15.785-07:00Epígrafe.<em>“Porque no sé rendirme,<br />sólo sangro”<br />Helena Ramos <br />(Rusia-Nicaragua)</em>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-66106537852142276342007-09-19T15:06:00.001-07:002007-09-19T15:06:41.107-07:00DedicatoriaA los seres capaces de amar mis alebrijes tallados con el filo de impiadosas palabras.A tantas orfandades a llaga descubierta habitando intemperies en mitad del despojo.Al país de las nubes, su filiación de piedra, su pueblo hospitalario, sus mujeres poetas.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-54381058679933453022007-09-19T15:05:00.001-07:002007-09-19T15:05:52.847-07:00El corazón sobre la furia.(Prólogo 1ª edición – Linajes Editores – México)<br /><br />Este libro se llama Desde otras voces, porque es desde allí de donde proviene: desde otras voces, desde otros gritos.<br />En noviembre del año pasado, Norma Segades – Manias vino a Oaxaca trayéndonos su palabra. Era el XI Encuentro de Mujeres Poetas en el País de las Nubes, la Mixteca. Y era el momento de su entrega.<br />Norma es argentina, santafesina, para ser precisos. Y es de laureada trayectoria, su palabra. Autora de “Más allá de las máscaras”, “El vuelo inhabitado”, “Mi voz a la deriva”, “Tiempo de duendes”, “El amor sin mordazas”, “Crónica de las huellas”, “Un muelle en la nostalgia”, “A espaldas del silencio” y “La memoria encendida”, ha obtenido, entre otros premios literarios provinciales, regionales, nacionales e internacionales, el Diploma y la Medalla Alicia “por su actitud de vida”, distinción que le otorgara la Fundación Reconocimiento, inspirada en la trayectoria de la Dra. Alicia Moreau de Justo. También se hizo acreedora al Primer Premio Nacional a la Excelencia Humana que concede el Instituto Argentino de la Excelencia, por “su meritorio aporte a la cultura”.<br />Sucedió que se acabó el Encuentro y Norma no se fue como vino. Ella vivió y revivió la obra de las poetas hermanas con una idea singular, leyó sus poemas y compiló epígrafes. Así surgiría este poemario, con el que vuelve nuevamente a Oaxaca, generosa como es, para entregárnoslo.<br />En lo personal, me bastó leer el título de los poemas para anticipar el carácter social que sostiene su libro. Y si esto era detenerse simplemente con el corazón ya estremecido, antes de iniciar el viaje dentro de su pulso: ¿Qué sucedería al internarse en lo profundo?<br />La primera impresión fue visual e intuitiva. Estos poemas únicos en la forma, estos alebrijes –como ella ha dado en llamarlos- me saltaron a la vista desde su métrica singular. Nada más sumergirme en la lectura, se apoderaron de mí. Cada forma se convirtió en el electrocardiograma del inconsciente colectivo del que pasé a formar parte. Ya no era yo la que leía. Ni era mi corazón el que palpitaba al ritmo de los versos, pausándose de vez en vez. Era un eco. Una marea llevándome. Había dejado de ser yo para ser ellos: aquellos hombres y mujeres que Norma me ponía enfrente; los que estaban ahí y hablaban y sufrían conmigo. Qué acertado, pensé, es el título del libro, porque no son sólo las voces de las poetas las que la autora se ha puesto en la boca. Es la voz triste de la vida. La carencia: “hambre, feudos, proclamas, indultos, dignidades”, indignidades también “en este territorio de lesa hipocresía”.<br />Y todo esto palpitado en mi mente, todo esto capturándome en la incapacidad de abandonar el libro a pesar de las pulsaciones, del dolor, de sus crudas sacudidas. Nuestras pulsaciones, cierto. Nuestro dolor, nuestras propias sacudidas.<br />Cuánto remordimiento para quienes vivimos sumergidos en nuestro pequeño mundo de cristal, mientras el real se turba, se estremece, más allá de nuestras puertas.<br />Poco después de esta lectura, de mis primeros comentarios, Norma me pidió que escribiera estas palabras. Sentí entonces la responsabilidad de la tarea encomendada. Prologar un libro de Norma Segades – Manias, de quien nunca podría decir suficiente. ¿Qué títulos me respaldan para hacerlo? Uno: la amistad que nos une, nacida de su generosidad y de la admiración que tengo por su obra. Otro: la necesidad de no cegarme ante la inmundicia, nuestra inmundicia, nuestra apatía. Y aquí estoy, escribiendo con respeto. El mismo que me obliga o que me empuja. El peso de sus palabras.<br />Por eso escribo desde la mujer-niña que soy. Norma me autorizó a hacerlo de esta manera. Así que hago lo que ella me permitió y escribo con la soltura que me brinda este estado de inocencia. Con toda la hermandad y toda la fuerza de lo verdadero, tratando de escapar de las estructuras literarias. Tratando de abandonar la indiferencia. Comulgo, entonces, con el mundo y con todo aquel que tenga acceso a la terrible fuerza de sus palabras.<br />Invoco también, para realizar esta tarea, al espíritu de Adriana Díaz Crosta, su amiga fallecida en 1995, y a quien ella me presentó hace pocos días desde la magia de su poesía. Me la presentó cuando le dije que buscaría ayuda para escribir esta presentación y ella me instó a escribirlo como lo hago ahora, desde el corazón.<br />Con la humildad que la caracteriza me contó que, con Adriana, con quien compartió los desvelos por la literatura, practicó este oscuro arte de decir las cosas más dolorosas sin abandonar la estética, este perderle miedo a las palabras y esta fuerza que brota desde lo escrito con la única intención de avasallar al lector, asomarlo a la guerrilla… ponerle “el corazón sobre la furia”.<br />Y eso es lo que Norma realizó a conciencia en este libro que a mí me dejó estremecida y que presiento habrá de hacer lo mismo con ustedes.<br />Y para cerrar el homenaje que queremos rendirle sus lectores, me permito verter una imagen de su entorno familiar –huella perenne dejada por su amiga Adriana- que nos dibuja al ser humano que Norma es y nos permite ver que, desde siempre, ha sido inspiradora de alebrijes y, ella misma, espléndida “alebrijera”<br /><br />Entre hebras de ladrillos / viaja el pez./ No hay mascarones / deteniendo los alelíes brotados / de Norma y Miguel. / Y allá, / en las fauces de los grillos, / la verde palta. / Puertas abiertas en el palomar de los Manias. / Aquí, adentro, / tibiecito… / un corazón./ Allá… / del otro lado de la puerta, / en la esquina, / bajo el farol, / un paisaje florecido de lobos.<br /><br />Esta es Norma. Esta es su palabra.<br /><br />Leticia Ricárdez<br />Oaxaca, mayo de 2004Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-88395308482707434332007-09-19T15:04:00.000-07:002007-09-19T15:05:14.848-07:00Contra la indiferencia.(Prólogo 2ª edición – Universidad Tecnológica Nacional – Argentina)<br /><br />Norma Segades – Manias ha escrito un poemario contra la indiferencia. Nos presenta un canto triste, una descripción atinada y salvaje, un dolor intenso, inmenso, hecho jirones. Mece, en sus brazos de noble poeta, la realidad sangrante que contempla. Cultiva su remota y diminuta esperanza en frases, en palabras que pugnan por salir triunfantes del espanto.<br />Nos habla desde la áspera realidad que ella contempla pero no olvida las caricias ni las utopías.<br />Con desnudez inusual de mujer, de ciudadana irredenta, señala dónde están las llagas, los golpes; dónde rompió un día la ternura el rostro de la indecencia.<br />Norma Segades – Manias va más allá de la poesía, atreviéndose a desmenuzar con paciencia de condenado, la sociedad huérfana de alegrís en la que ella crece y espera.<br />Así nos habla de tú a tú. Mirándonos a los ojos. Y nos demuestra que nadie permanece inalterable después de dejarse atravesar por estos versos, porque en ellos hay ese algo excepcional, esa verdad lacerante que atraviesa los siglos, los países, los idiomas.<br />Los poemas que forman este libro van precedidos de un epígrafe escrito por mujeres poetas que ella conoció en el País de las Nubes, México, en noviembre 2003.<br />Creo que estos epígrafes son utilizados como muro protector, como escudo tras el cual poder alejarse, quizás un poco, de ese dolor larvado durante años en su país, y así poder analizar desde otros ojos, desde otras filosofías, desde otras realidades, la suya propia.<br />Se autoriza, de esta manera, a entrar en su casa sin tocar la aldaba, sin rasgarse los nudillos clamando a voces la entrada. Y así, a horcajadas de la infamia, cabalga azotando sus flancos implacables, da de beber a la esperanza y se desgarra el pecho mientras canta.<br />Probablemente yo fui testigo de esta preñez insólita. Probablemente Norma urdió estos versos mientras la rebeldía despertaba su sueño de fronteras y clamaba en alta voz la necesidad de unir pueblos y pobrezas.<br />Probablemente.<br />O quizás estos versos nacieron antes, mucho antes, mientras dios y sus acólitos jugaban a los dados y el mundo se moría de a poquitos, bostezando su indiferencia.<br />Quizá.<br />Lo que sí sé con certeza es que estos poemas son ciertos. No existe, desgraciadamente, en estas líneas, lugar para la fantasía.<br />Son tan ciertas sus palabras como cierta es la existencia de la hostilidad, la humillación y la desvergüenza.<br />Leamos pues, sus versos. Busquemos en nuestro entorno cada uno de los personajes que deambulan por estos poemas y preocupémonos, en definitiva, si nuestra mirada cobarde no los encuentra.<br /><br />Silvia Delgado Fuentes<br />Euskal Herria, noviembre 2005Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-80564493228380145212007-09-19T15:03:00.001-07:002007-09-19T15:03:59.707-07:00El torturado.<em>“...porque sólo sé cantar lamentaciones / porque no puedo ser un ave de lluvia / <br />porque sólo soy un pájaro de cartón y piedra.”<br />Carmen Ávila<br />(México)</em><br /><br />Porque habita el secreto, <br />porque no puede hablar de lo que duele<br />como turbas de espinas desgarrando su lengua,<br />desde aquellas desiertas madrugadas reclamando sus nombres<br />a pulso de picana, a fuerza de tortura, a paso de martirio,<br />apretando los dientes para no recordarlos en mitad de los miedos,<br />en mitad de la noche, en mitad de las lunas amarillas,<br />para no traicionarlos, para no maldecirlos<br />desde la soledad acantilada<br />y el dolor encendido.<br /><br />Porque habita el insomnio,<br />porque el vuelo se ha vuelto fatigoso,<br />limitado y rasante como sus esperanzas<br />hartas de imaginar las libertades, la equidad, los derechos,<br />mientras la gente andaba los desfiles del júbilo, agitando el bullicio,<br />festejando ese triunfo que los parió una tarde los mejores del mundo,<br />ajenos por completo a tanta impunidad encapuchada,<br />decretando el silencio para la ausencia anónima<br />sepultando el hedor de la vergüenza<br />en el lecho del río.<br /><br />Porque habita el fracaso <br />de ser hijo de un pueblo sin raíces<br />que inmola en los altares su diezmo de tragedia<br />y el nunca más es sólo un expediente entre tanta injusticia<br />y la historia repite sus errores sin tiempo, sus eclipses de olvido<br />y todo es negociable: hambre, feudos, proclamas, indultos, dignidades,<br />en este territorio de lesa hipocresía<br />donde una hostilidad a contrapueblo<br />desnuda los colmillos.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-27685630148734942462007-09-19T15:02:00.002-07:002007-09-19T15:03:20.307-07:00Las madres.<em>“Ya no es verano. <br />No hay Dios.”<br />Edith Goel<br />(Argentina-Israel)</em><br /><br /><br />Danzan al son del viento.<br />Danzan con un manojo de memoria<br />trenzado en el cabello, prendido en la solapa.<br />Danzan en los umbrales de un insomnio que devora retinas,<br />que adivina los cuerpos pudriéndose en la entraña del agua turbulenta,<br />que denuncia las llagas gestándose en los huecos de las noches sin dioses,<br />que reclama al silencio su azul cosmogonía de esperanza,<br />vagando por los jueves en la plaza del miedo<br />ante un pueblo que inventa absoluciones,<br />que indulta las afrentas.<br /><br />Danzan sobre su llanto<br />al ritmo de la lluvia en las baldosas,<br />al compás de esos nombres que no quiebra la furia<br />con sus rabos de enconos clandestinos desciñendo relámpagos,<br />ni la boca asesina consumando rituales de harina fraudulenta;<br />que no rompe el sigilo de uniformes reptando por senderos impunes<br />ni la iglesia ocultando la identidad secreta del verdugo<br />ni la letra amarilla escribiendo otra historia<br />ni la calumnia alzando sus estigmas<br />ni la hirsuta impotencia.<br /><br />Danzan entre el ultraje, <br />danzan sus terquedades insolentes,<br />danzan entre recuerdos, entre antiguos retratos,<br />entre gestos de infancias inocentes encendiendo sonrisas.<br />Renacidas al mundo desde las hendiduras de sufridas placentas,<br />paridas por los mismos que parieron sus muslos hace espesos veranos,<br />delatando los odios que acribillaron pájaros dormidos<br />cuando urdía la angustia sus tramas de desvelo,<br />cuando se rebelaron los geranios<br />y comenzó la ausencia.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-20919463232475863722007-09-19T15:02:00.001-07:002007-09-19T15:02:40.775-07:00El asesinado.<em>“El puñal y su ruido de sangre a borbotones, /<br /> la explosión de una bala seguida de un silencio / más hondo que el vacío y sus cenizas.”<br />Julieta Dobles<br />(Costa Rica)</em><br /><br />Se encontró con la sombra<br />aguardando el temblor de su inocencia.<br />Se enfrentó a aquel agravio acechando su vida.<br />Pudo observar la urgencia remendada, escuchar las palabras,<br />percibir las salmodias de la muerte deshojando su rítmico conjuro.<br />Y nunca sintió al cielo más oscuro y lejano que en esa noche fría<br />mientras edificaba sus desnudas plegarias impotentes,<br />sus ruegos maniatados de cordero propicio<br />extraviado entre torpes estupores<br />y delirios convulsos.<br /><br />Pensó en las privaciones,<br />en el jornal de afrentas y migajas<br />ajado como un sueño huérfano de horizontes,<br />antes que le usurparan las monedas, las pulcras zapatillas,<br />que las manos cobardes corrieran los cerrojos, negaran los refugios,<br />impugnaran faroles anticipando el alba a sus ojos vacíos<br />y quedara tendido sobre arroyos de sangre a borbotones,<br />sobre esa prepotencia de sangre derivando<br />en diáspora feroz hacia el olvido,<br />minuto tras minuto.<br /><br />Y echó al viento su grito, <br />su agonía de víctima indefensa,<br />el temblor de un naufragio que no le cedió treguas.<br />Envuelto en el sayal de su pobreza como única mortaja,<br />bajo un velo de estrellas susurrando su nombre de cruento semilunio,<br />liberando las fauces de lobos en jauría lacerados de escarcha;<br />entregó sus pupilas eternamente abiertas al asombro<br />en tierras donde el hambre es nada más que el hambre,<br />el invierno ha cerrado las fronteras<br />y no hay salvoconductos.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-60953321360475198312007-09-19T15:01:00.000-07:002007-09-19T15:02:00.055-07:00Las indiferentes.<em>“Entre dolores espesos, / entre la sed y el hambre... /<br />la humanidad entera se sacude en la orilla.”<br />Miriam Tai<br />(Argentina-Suecia)</em><br /><br />Vagan sobre los muelles.<br />Peregrinan con plantas malheridas<br />los tormentos del hambre, la piel de la vergüenza.<br />Orillan los dolores calcinados en la pira del vértigo<br />mientras los criminales se llenan los bolsillos a costa del agravio,<br />mientras los asesinos hipotecan los sueños, rubrican las alianzas,<br />aprueban los convenios que las hacen esclavas de la muerte<br />bajo una luz espesa de harina voluptuosa<br />huyendo en las espaldas de la noche,<br />a horcajadas del llanto.<br /><br />Descreen de estandartes.<br />Descreen de pancartas en racimo.<br />Descreen de otro pacto que la carne convulsa<br />entreabriendo sus vulvas, con esa obstinación de los enigmas,<br />para parir la aurora engendrada en espermas de luna sin pecado.<br />En el lugar exacto en que la sangre quema la matriz del silencio,<br />nimbadas de intemperie cenicienta, coronadas de espinas,<br />contemplando sus manos de agobios absolutos,<br />aguardan los conjuros que las salven<br />de exilios y naufragios.<br /><br />Desnudas en las fiebres,<br />estallan en capullos de agonía<br />mordidas por jadeos de endechas y plegarias<br />porque eligieron desandar caminos multiplicando el miedo,<br />encubrir el ultraje, evadir las denuncias, ocultar los andrajos,<br />esconder pestilencias que sofocan la vida con su aliento a veneno<br />porque se niegan a fundar condenas que imputen las codicias<br />ante un cielo que sabe donde nace la usura,<br />la avidez que abre cráteres a un mundo<br />saqueado a culatazos.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-89895790471996792772007-09-19T15:00:00.002-07:002007-09-19T15:01:22.310-07:00El delincuente.<em>“...traspasas sin piedad / <br />los frágiles portales del alma.”<br />Yolanda Duque Vidal<br />(Chile-Canadá)</em><br /><br />Aprieta en cada puño<br />las monedas que lo hacen propietario<br />de la gracia, el instante, el día subsiguiente,<br />en estas latitudes donde se exilian todos los silencios,<br />en estas coordenadas donde el amor no existe ni existen las victorias,<br />donde sobremorir es un impulso ciego, un acto de arrogancia,<br />un despliegue de sucias osadías para huir del repudio,<br />de la bala expiatoria quebrantando el ocaso<br />en busca de esa espalda escurridiza<br />que presiente en las sombras.<br /><br />A pulso perentorio,<br />recorriendo callejas de tinieblas,<br />buscando las guaridas junto al cauce del río<br />que ha abdicado a su instinto de asesino, de ladrón en la noche,<br />de látigo inclemente golpeando la esperanza con su rabo de cólera.<br />A furia desdentada, como fauces jadeantes o sepulcros solemnes,<br />en el tiempo salvaje de una dura violencia fratricida,<br />escapa hacia el poniente agrietando pulmones,<br />atravesando con saliva espesa<br />la garganta viscosa.<br /><br />Deja atrás las aldabas <br />que le legaron sueños en mendrugos<br />a su orfandad descalza, a su horror sin abrigo,<br />a su malabarismo indiferente al pie de los semáforos,<br />a tantas transparencias floreciendo en la angustia como secas corolas,<br />a tantas madrigueras ocultando rincones de inocencia violada,<br />al ramaje de umbrales que nunca pudo traspasar su infancia<br />porque el grito no alcanza para derruir murallas<br />y todo queda lejos del milagro<br />y la misericordia.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-59408596330335716842007-09-19T15:00:00.001-07:002007-09-19T15:00:43.868-07:00Los drogadictos.<em>“...bebo del llanto de la noche / <br />y del amargo abismo del olvido.”<br />Lina Zerón <br />(México)</em><br /><br />Noche a noche los cercan los temibles espectros que impone la agonía<br />en el advenimiento de todos los abismos absolutos,<br />entre los aguijones<br />que decretan sus muertes solitarias,<br />su identidad de ojeras sobre un estanque quieto<br />donde el agua no agrede las matrices de arcilla<br />ni la rabia se quiebra en bofetadas<br />ni oscuras cobardías<br />profanan las verbenas que no ha querido degradar el viento<br />cuando rompe corolas con el látigo impune de sus alevosías.<br /><br />Alguien queda llorando sobre briznas de sueños cuando ellos alucinan,<br />cuando se evaden voluptuosamente de tantas orfandades,<br />cuando vagabundean<br />por regiones de cielos turbulentos<br />y las luces salvajes derrotan las memorias,<br />les tienden emboscadas de euforias amarillas<br />y todo el corazón se les desboca<br />y el delirio está cerca<br />y un reguero de insectos les traspasa las mentes trastornadas<br />como un puñal de jade inmolando tributos al dios de las vigilias.<br /><br />Alguien queda temblando debajo de los puentes que ocultan inmundicias<br />Alguien queda temblando las enajenaciones de las fiebres.<br />Alguien queda temblando<br />fragmentos de anatemas cenicientos,<br />jirones de esperanza que no tienen refugio,<br />hilachas de cordura que rasgó la desdicha,<br />telarañas de antiguos hematomas<br />aullando en la intemperie<br />mientras ellos remontan la altura merecida de un milagro<br />porque, en todo el sollozo, no hubo un muelle de luna donde amarrar sus vidas.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-24222352009900077402007-09-19T14:59:00.000-07:002007-09-19T15:00:06.352-07:00Las callejeras.<em>“Com teia de aranha / <br />caço os pesadelos dos sonhos.”<br />Eliane Fonseca <br />(Brasil)</em><br /><br />Las noches son groseras como su pobre infancia huérfana de ternura<br />librando su batalla contra las ominosas pesadillas<br />donde el odio las vence<br />y ellas deben batirse en retirada<br />para buscar de nuevo refugio en las esquinas<br />y cubrirse de harapos la elocuente cintura<br />evitando que aprecie el apetito<br />su condición de hembras,<br />su cualidad de vulvas disponibles para el sexo injuriante<br />que deambula las calles con su paso de sombra solapada y desnuda.<br /><br />Tienden lienzos viscosos para impedir que el hambre atraviese su angustia,<br />compendian estrategias que les permitan continuar intactas<br />en esa geografía<br />donde la sangre gime a borbotones<br />y los puños se imponen a pura prepotencia<br />y el pegamento enciende un mundo sin penurias<br />más allá de sus secos horizontes,<br />más allá de las pieles<br />que capturan sus cuerpos en la callada edad del desamparo,<br />más allá de los huecos que dejan en el alma las penas insepultas.<br /><br />Pero no es suficiente un cazador de sueños para frenar la furia<br />ni el insomnio obstinado patrocinando un velo de inocencia,<br />algún rumor de alas...<br />cuando todos los ángeles custodios<br />mueren en la inclemencia de oscuros escondrijos,<br />transidos de tristezas que no admiten disculpas,<br />y la escoria anda libre por las calles<br />ofreciendo monedas<br />a cambio de sus bocas insolentes urgiendo los orgasmos,<br />a cambio de sus muslos, sus pubis inviolados, sus nacientes lujurias.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-73916534635617059912007-09-19T14:58:00.000-07:002007-09-19T14:59:26.426-07:00Los soldados muertos.<em>“...arrojados en la memoria que chilla y patalea / devorado por un olor a muerto /<br />imposible de despegar con nada.”<br />Carla Vidal <br />(Chile)</em><br /><br />Siempre estarán yaciendo en su piel carcomida por los dientes del lobo,<br />porque los chocolates no llegaron al hueco de su ultraje<br />y nada estuvo cerca<br />cuando la noche, a paso de gangrena,<br />devoraba muñones con sus fauces de escarcha<br />y los dioses urgían su cuota de despojo,<br />el diezmo de homicidios cotidianos<br />que ordena su estatura,<br />su identidad de crótalo que repta acorralando sueños<br />mientras el mundo observa, mientras los templos rezan, mientras rugen los odios.<br /><br />Siempre estarán yaciendo en esas soledades de profundos insomnios, <br />celosos habitantes de sus rotundas muertes en trinchera,<br />cubiertos por la nieve<br />como si fuera un velo funerario,<br />como leves sudarios sobre rostros roídos<br />donde el miedo demora los rictus del asombro,<br />donde la historia muerde sus traiciones,<br />donde la indiferencia<br />negocia cada llaga contundente, cada coágulo inerme<br />y el silencio es apenas otra infamia lloviendo sobre sus promontorios.<br /><br />Propietarios de tumbas que no engendran corolas porque hasta el suelo es sórdido, <br />dueños de las raíces de sus nombres renunciando al olvido,<br />suturando las venas<br />degolladas por filos mercenarios<br />en el tiempo del frío, en la hora de las súplicas,<br />cuando el hambre alcanzaba la altura del sollozo,<br />la guerra era ese vértigo quemante,<br />la oscura pesadilla,<br />una cruel petulancia enredada en marañas de estrategias<br />y ellos esa centuria de ternura indefensa amartillando el vómito.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-51987449110431425072007-09-19T14:57:00.002-07:002007-09-19T14:58:44.597-07:00La sobreviviente.<em>“Doy vuelta al forro viejo de un poema de posguerra<br />y encuentro un pasaje amarillento al país de las luciérnagas.”<br />Marina Aoiz <br />(España)</em><br /><br />Ha extraviado el enclave de los altos caminos que conducen al alba<br />y ha olvidado los nombres con que el mundo atestigua los senderos<br />que engendran armisticios<br />después que los misiles rigurosos<br />horadaron, cobardes, el vientre del planeta,<br />acatando las órdenes que reclamaban llagas,<br />que demandaban cálices de sangre<br />para saciar la furia,<br />en tiempos en que el puño quebrantaba los dientes del despojo<br />y la guerra era un párpado nutriendo las vigilias con ubres de venganza.<br /><br />Pero sospecha, a veces, que sus sueños se han puesto a remendarle el alma,<br />sospecha que aún es hora de dar vuelta la trama desvalida<br />de todos los naufragios,<br />de encontrar el pasaje clandestino<br />hacia esa desmesura total de las luciérnagas<br />donde asume el delirio la edad de las fogatas.<br />Entiende que aún es tiempo de negarse<br />a aceptar connivencias<br />y aunque la sombra rueda adversamente los dados del presagio<br />su misión es fundarse envuelta en un rebozo de implacable esperanza.<br /><br />Prepara talismanes que iluminan su cielo con aristas de lava,<br />arroja sus sollozos a los hondos calderos de la noche,<br />enciende los conjuros<br />para que nada puedan los demonios<br />contra sus amuletos de muertes amarillas<br />y sus voces secretas entonando plegarias.<br />Y explora la textura de los días<br />buscando cicatrices,<br />la huella de los pórticos discretos que ocultan el destino<br />a pesar de la lluvia pariendo sus ausencias de pena amordazada.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-75535047783451748762007-09-19T14:57:00.001-07:002007-09-19T14:57:56.212-07:00Los ciudadanos.<em>“Intento hacer pedazos <br />esta angustia.”<br />Ingrid Roldán <br />(Guatemala)</em><br /><br />Hijos de un desengaño que desampara el alma y no tiene remedio,<br />avanzan lentamente con fatiga de llanto contenido,<br />avanzan con sus penas,<br />avanzan bajo el peso de las dudas,<br />de haber dilapidado su confianza a mansalva<br />cuando las libertades eran un breve sueño,<br />la vergüenza cabía en una lágrima,<br />golpeaba la sospecha<br />los pómulos desnudos de la noche<br />y el estallido seco de una bala sin nombre desnucaba los miedos.<br /><br />Hijos de aquellos días en que andaba la patria sangrando en el silencio<br />y negras mariposas libaban de profundas pesadillas<br />y férreos ideales<br />se calzaban pancartas insolentes<br />para amputar la infamia con un filo de abismos<br />o abatir codicilos con mandobles de viento<br />y arrogantes ejércitos de sombra<br />alzaban proscripciones<br />desde la arquitectura de ese agravio que sucumbió en otoño<br />ante una muchedumbre de palomas heridas socavando cimientos.<br /><br />Avanzan de rodillas sobre esta democracia de mezquinos preceptos<br />fundada en las entrañas de todos los principios lacerados,<br />fundada en la mentira,<br />en la orfandad de fábricas hambrientas<br />compensando las bajas a gesto de subsidio,<br />estableciendo alianzas con cielos extranjeros,<br />numerando sus lunas de deshonra<br />mientras iza promesas,<br />mientras inventa cepas de esperanza en su clave de exilios<br />y ellos saben que acaso han de vivir mañana su muerte a contracielo.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-30464328628372739072007-09-19T14:56:00.000-07:002007-09-19T14:57:20.724-07:00El recién nacido.<em>“Te acercas hacia mí como la brisa<br />dejando olor de pino en mis cabellos.”<br />Marina de la Cueva <br />(Honduras)</em><br /><br />Su infancia es este muelle de nieblas enlutadas,<br />esta angustia agresora,<br />esta urgencia de harinas encendidas<br />devorando sus vísceras con colmillos quemantes como hogueras hostiles,<br />esta áspera ternura ante la indiferencia de la noche<br />ardientemente hastiada de pobreza y embriagada de sombras<br />y los senos exhaustos derramando esperanzas en los labios resecos<br />y la lluvia nutricia del calostro<br />regurgitando risas<br />hacia un regazo ahogado por salvajes cebollas.<br /><br />Porque en todo su reino sólo existe un semblante, <br />sólo existe un aroma,<br />sólo existe la luz de esas caricias<br />alzando la vigilia, despejando los miedos, abatiendo cadalsos,<br />ofreciéndole un sitio donde sentirse a salvo de las dagas<br />cuando la enfermedad venga a buscarlo con sus fiebres rabiosas.<br />Porque en todo su cielo sólo existen jirones de obstinadas condenas,<br />sólo existen castigos alevosos,<br />sólo existen penurias<br />y una madre en harapos entonando salmodias.<br /><br />Afuera está la ausencia con su perverso hocico, <br />con su voz de ponzoña.<br />Afuera el mundo teje sus sudarios,<br />desnuda los sepulcros que extinguen a destajo los sueños amarillos,<br />que inscriben sus patíbulos bajo un velamen sucio de gorriones<br />mientras gime la escarcha su intemperie de pena rigurosa<br />y sus pequeñas lunas empecinan murallas contra los maleficios,<br />se aferran a la piel de los remiendos,<br />estrenan su milagro,<br />se amarran a la vida con hilos de limosna.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-60227847295071937352007-09-19T14:55:00.002-07:002007-09-19T14:56:22.638-07:00La mujer golpeada.<em>“Ella habla del agua, / del fuego y de la luz /<br />y pone a trabajar todos sus muertos / para quitar malezas y mordazas.”<br />Nora Hall <br />(Argentina)</em><br /><br />Quiere huir de la noche, evadir la deshonra,<br />ausentarse del mundo;<br />desertar de la hondura de este infierno<br />donde los golpes caen como cae la sombra o cae la llovizna<br />maltratando los pómulos con zarpazos de afrenta desvelada,<br />con ráfagas de cólera perversa exonerando puños.<br />Quiere dar testimonio de tanto desamparo inmolado al desprecio<br />cuando estallan los miedos rigurosos,<br />cuando las orfandades<br />se ocultan bajo sayos de hostiles novilunios.<br /><br />La voz vuelca promesas, pero ya no las cree<br />aunque invoque crepúsculos.<br />La voz escancia pactos de rocío, <br />empecina palabras, restaura compromisos, congrega juramentos,<br />propaga los convenios en torrentes de frágiles vergüenzas,<br />pero ella ya no encuentra la esperanza entre tanto perjurio.<br />Alguien llora a lo lejos con un llanto que eclipsa su nombre de derrota<br />hundido en el asombro de su propia agonía<br />pero ella ya no escucha <br />las sílabas ahogadas por coágulos desnudos.<br /><br />Atraviesa relojes con su insomnio en hilachas, <br />su demencia en mendrugos.<br />Cruza la estupefacta alevosía <br />como el cauce de un río desbordado de pena naufragante y amarga.<br />Avasalla la ausencia con pies de dignidad empecinada <br />sobre esa latitud a contrasueño que orilla los sepulcros.<br />Y aunque rueden los besos sobre su piel sin luna, sobre su sed sin tregua,<br />abdicó a la piedad de las mordazas,<br />proscribió los silencios,<br />desterró a la intemperie su ternura de musgo.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-77855827673753320462007-09-19T14:55:00.001-07:002007-09-19T14:55:35.957-07:00El desterrado.<em>“Mi piel <br />se adhiere a tu aliento.”<br />Damia Mendoza <br />(Ecuador)</em><br /><br />Lejos de sus raíces, amaneciendo al sol de su destierro<br />con dolores de sombra pulsando en los agravios,<br />camina la sintaxis de un idioma reseco que demanda el orgullo<br />como visa imperiosa<br />para admitir sus pasos bajo un cielo<br />excluyente de todos los naufragios,<br />receptor de los sueños<br />invasores de luna en las noches aquellas cuando todos callaban,<br />prometedor de sitios donde no anda la vida<br />desorbitando hambrunas en los niños, arrasando salarios.<br /><br />Pero su piel no entiende las ardientes razones del racismo <br />ni abdica a la insolencia de su oscuro legado<br />ni evade la nostalgia ante desnudas fauces de bestias subterráneas<br />regurgitando insectos<br />vestidos de overoles o corbatas<br />con rumbo a sus urgentes calendarios;<br />y erige soledades<br />y construye su canto junto al cordaje trémulo de una vieja guitarra<br />y la música es triste como cada derrota<br />y un aroma a distancia contundente precipita presagios.<br /><br />Y resiste a pie firme la embestida de cercos y cerrojos<br />que le niegan acceso a un rito hospitalario<br />porque sabe que nunca habitará otro feudo donde ella lo reciba<br />con su gesto de patria,<br />su regazo de madre desvalida,<br />sus ubres de pezones desgarrados;<br />aunque a veces, de pronto,<br />en mitad de los trenes, al dar vuelta a una prisa, al cruzar un insomnio,<br />un fragmento de ceibo le indulta la memoria<br />y su mirada es como un árbol muerto que se deshoja en llanto.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-37987800670844950222007-09-19T14:54:00.001-07:002007-09-19T14:54:58.717-07:00La hambrienta.<em>“¿Qué será de la criatura <br />entre la mañana y el silbido?<br />Bella Ventura <br />(Colombia)</em><br /><br />Ella es un logaritmo, un índice en las sombras, <br />la cifra que no cierra.<br />Ella no es más que un gesto remendado<br />incrementando el censo de cucharas vacías y vacunas urgentes<br />con que el dedo asesino contabiliza cada pesadilla,<br />cada cruento final de esos delitos que no admiten condena...<br />hasta que los abismos se derramen por calles pulcramente sumisas,<br />clamando por su angustia silenciosa,<br />aullando desde el fondo<br />con las voces del fuego crepitando tragedias.<br /><br />Ella no vale nada ante el álgebra estricta.<br />Es sólo una molestia, <br />la piedra en el zapato de un ministro<br />que disimula todas las huellas del naufragio, los rastros del mendrugo,<br />con sus uñas pulidas, con sus calculadoras implacables,<br />con su intimidatorio veredicto de ilícita hipoteca.<br />Ella es un porcentaje inscripto en los tratados que fraccionan el agua, <br />devalúan la vida a pura fiebre, <br />subarriendan los sueños, <br />mientras el mundo instaura murallas y compuertas.<br /><br />Ella sólo es un número, el guarismo descalzo, <br />la estadística seca.<br />Ella sólo es un punto en el diagrama.<br />Nunca tuvo una hogaza de pan hospitalario que calmara el sollozo <br />ni un manantial de avena donde saciar el hambre combativa <br />ni un perfil de alfabeto sedicioso excavando trincheras <br />ni un horario prudente donde alzar barricadas ante tanto exterminio <br />ni un silbo señalándole el regreso <br />al refugio en andrajos <br />donde muerden su cuerpo las muertes verdaderas.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-37207690693293206642007-09-19T14:53:00.002-07:002007-09-19T14:54:19.883-07:00El mendigo viejo.<em>“Uno se muere de cualquier árbol / de cualquier piedra /<br />en cualquier piel uno se muere...”<br />Selfa Chew <br />(México-Estados Unidos)</em><br /><br />Tal vez antes del hambre fallezca de intemperie, <br />tal vez lo quiebre el frío.<br />Tal vez se desmorone entre redomas <br />que ahoguen, finalmente, su memoria aturdida por espesos brebajes.<br />Tal vez desaparezca por la puntada abierta en el reverso <br />como un tapiz de urdimbre desgarrada por zarpazos oblicuos <br />o se muera nomás de su desnuda muerte, su muerte ineludible <br />y la gente enarbole indiferencias <br />ante su piel de andrajos <br />y acaso ni celebre los rituales propicios.<br /><br />Tal vez lo decapite un filo de relojes, <br />un mandoble de olvidos.<br />Quizás su miserable anonimato <br />–esa errante mirada de fantasma agobiado por insomnios y lunas- <br />increpe hasta los huesos al alfabeto oscuro de la sangre <br />cuando el linaje engendre sus historias de espermas fugitivos <br />y alguien venga a buscarlo entre los desperdicios de una calle cualquiera, <br />reconozca una estría de familia, <br />un gesto irrepetible, <br />un aire inexorable en el rictus preciso.<br /><br />Tal vez muera esta noche, de espaldas en la escarcha,<br />húmedo de rocío, <br />descalzamente sucio de terrones; <br />un perplejo difunto de barba enmarañada y piojos en jaurías, <br />sin un diezmo de pena para entregarle al silbo del barquero, <br />sin un breve retazo de agonía donde encender el grito, <br />yaciendo, simplemente, como yacen los muertos, en mitad de la vida, <br />alucinando una comarca agreste, <br />un sitio a contraviento <br />donde lo encuentre el alba con los ojos vacíos.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-27022152159307744492007-09-19T14:53:00.001-07:002007-09-19T14:53:39.806-07:00La combatiente.<em>“Que se dejen las noches de pudrirme los sueños,/<br />déjenme entrar al ocio de ser sólo otra vida / para no llorar sangre.”<br />Liz Durand <br />(México)</em><br /><br />Aunque el mundo la acecha como un lobo rabioso jadeando en la penumbra, <br />aunque un dolor punzante atraviesa el imperio de sus vísceras,<br />aunque un sueño a jirones le agoniza en los ojos<br />y el sollozo adelgaza la tristeza<br />y el viento huele a tumba;<br />se ha obstinado en el alba,<br />se ha empeñado en cavar cada trinchera<br />alzando la palabra por todo paradigma<br />hasta alcanzar la magnitud del fuego, hasta quebrar portales<br />topando con arietes de dura cornamenta, de testuces desnudas.<br /><br />Sostiene a pulso firme los ritos que establecen una nueva ternura, <br />el diezmo desvelado, la antigua absolución de su vergüenza<br />tendida sobre el ara sedienta de los miedos<br />como las fauces cómplices de un odio<br />rayano en la locura.<br />Y no acepta mordazas <br />que auguren otro cielo de puñales<br />y dimite al olvido que palpita en la ausencia<br />y se niega al reflejo en los azogues perfilando serpientes<br />y repudia los gestos que no involucren voces, que no enciendan denuncias.<br /><br />Reclama un horizonte convocante de pasos, de hogueras absolutas <br />donde ofrendar las cepas de ilusiones, las anteras del canto,<br />un minúsculo gajo de esperanza sin tiempo<br />que la ayude a evadirse de las ciénagas<br />voraces de la angustia;<br />que le tienda una amarra<br />desde donde halar sus ideales,<br />las jornadas que restan a su ardiente vigilia<br />y ya no tenga que llorar gorriones en mitad de la noche<br />mientras toda la muerte desboca tamboriles de agrietadas pezuñas.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-73515162968152025072007-09-19T14:52:00.000-07:002007-09-19T14:53:03.527-07:00La huérfana.<em>“Adiviné que la muerte /<br />había dormido en los floreros de mi casa.”<br />Margarita Muñoz <br />(México)</em><br /><br />Le bastó una mirada desatenta <br />para ver que la sombra había mutilado los últimos relojes, <br />para entender el gesto desatando los hilos de la urdimbre, <br />inmolando esperanzas al borde de septiembre, <br />al filo del insomnio.<br />Le bastó una mirada <br />para observar el rastro aplastando las hierbas <br />en la entraña maldita de esa noche vestida de silencio.<br />Le bastó una mirada sobre el seco inventario de su piel indefensa <br />herida por el rabo antropomorfo.<br /><br />Fue cuando los eclipses de sus manos, <br />cuando un eco mordido de agonía impaciente emprendió los destierros <br />hacia los laberintos donde oculta la vida su derrota, <br />cuando su voz se abstuvo de encender la mañana, <br />de nombrar el asombro.<br />Cuando todo su aliento, <br />con un gemido ronco, se detuvo en la náusea, <br />e impugnó cronogramas amarillos de implacable tristeza.<br />Cuando todo su agobio naufragó en las rompientes de una luna sin párpados <br />y se hundió en la espesura del despojo.<br /><br />Y empecinó un refugio en cada augurio, <br />cada promesa exigua, cada antiguo milagro, cada ritual solemne, <br />se inventó un evangelio para oponer al tiempo de la ausencia, <br />proscribió la palabra de garras ofensoras, <br />edificó el sollozo <br />y anduvo ciegamente <br />la memoria cautiva en sus breves ternuras, <br />en la delicadeza desdeñosa de sus duros misterios... <br />porque ya no podría salvarla de los miedos, custodiar sus angustias, <br />rescatarla del hielo de sus ojos.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-43946930863060613912007-09-19T14:51:00.002-07:002007-09-19T14:52:29.194-07:00El ejecutado.<em>“Y si usted no los conoció cuando niños / y si no se los imaginó danzando en la lluvia,/sólo la noticia en el periódico a la hora del arresto, / sólo la foto del muerto y su boca hueca de moscas, / no podrá comprender los compuestos del futuro.”<br />Lourdes Vázquez <br />(Puerto Rico-Estados Unidos)</em><br /><br />¿Tuvo acaso futuro su pasado?<br />¿O sólo fue una pieza en el tablero antiguo donde juegan los dioses<br />con los sueños de un mundo que no encuentra las sendas del milagro?<br />¿Tuvo acaso un mañana su absoluta miseria,<br />su preciso destierro?<br />¿O siempre fue esta muerte<br />estas sienes vencidas embistiendo las hierbas,<br />esta orfandad sujeta eternamente en un llanto enterrado,<br />este dolor estricto que lo expulsó del alba, que lo alojó en las sombras<br />y lo envolvió en los pliegues del silencio?<br /><br />Junto a su herida, turbas de uniformes <br />acosan hendiduras con voces afiladas como secos puñales<br />y lámparas intrusas encandilan la calma de sus ojos<br />por mostrar la derrota, el corazón quebrado, <br />el naufragio certero.<br />Una vez fue el asombro.<br />Vestía de inocencia debajo de la lluvia.<br />Extendía hacia la misericordia sus manos pedigüeñas <br />cuando aún era posible provocar la ternura con sus mocos de escarcha,<br />con sus gestos de duende callejero.<br /><br />Alcanzó a duras penas la penumbra.<br />Alcanzó de rodillas las riberas abruptas de profundos abismos, <br />de esa angustia que estalla en infancias de hambruna inexplicable <br />espiralando aullidos gestados en la entraña, <br />en la matriz del miedo; <br />en la médula amarga <br />que desnuca su pulso por las alcantarillas, <br />que entenebrece el borde de la luna con un halo de muerte <br />en la quietud menguante donde cayó su olvido de pájaro sin nombre <br />sobre un regazo de terrones ciegos.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-32475057745314335782007-09-19T14:51:00.001-07:002007-09-19T14:51:43.881-07:00La prostituta.<em>“Quiero mirar la noche oscura<br />lamiendo la ventana y sus cristales.”<br />Etza Jara <br />(Ecuador)</em><br /><br />El recuerdo de un hombre que es ausencia <br />se repite en los gestos, en el hambre obstinado del hijo que no duerme <br />en mitad de esta noche que la aguarda detrás de los cristales <br />con su morro jadeante de animal al acecho, <br />con su lengua lasciva.<br />Viene de una mañana <br />con aluvión de llantos y urgencias en las súplicas, <br />viene de una mañana inexorable erizando intemperies, <br />viene de andar descalza las dudosas asepsias de hospitales vacíos <br />esgrimiendo los filos de la vida.<br /><br />Viene desde miradas espinosas <br />evitando las pieles que han sido mancilladas por el falo del viento <br />o espermas de crepúsculos que no engendran jazmines en la sangre.<br />Viene del veredicto de los ojos hostiles, <br />viene de la desdicha.<br />Anduvo soledades <br />pariéndole los soles con sus vulvas de fuego <br />en esta miserable travesía por antiguos prejuicios <br />donde todo parece lejano a los pecados del instinto insolente, <br />donde todo parece cercano a la mentira.<br /><br />¿Cómo cotizará sus felaciones<br />cuando cruce la puerta hacia esa telaraña de tinieblas viscosas?<br />¿A cuánto ha de venderse para cubrir los gastos de las fiebres?<br />¿Cuál ha de ser el precio, el trueque por su pubis,<br />por su sexo sin clímax<br />cuando la sombra avance<br />en alas de murciélagos hidrófobos, violentos,<br />reclamando la ofrenda de su vientre, sus diestros orificios <br />y ella atraviese calles de roncas desvergüenzas, de humillaciones largas,<br />de feroces combates y vigilias?Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3356793169046618947.post-38135262014283183492007-09-19T14:50:00.000-07:002007-09-19T14:51:08.918-07:00La idealista.<em>“¿Acaso estoy para agonías<br />con esta sangre ardiendo?”<br />María Elena Cerecero <br />(México)</em><br /><br />El secreto la hostiga ciegamente <br />como perra bravía amenazando al viento con las fauces oscuras<br />y un rigor de colmillos desgarrando gruñidos desafiantes.<br />El secreto remonta los cauces del olvido,<br />cruza la madrugada,<br />repudia las palomas<br />que fundaron arrullos en los jacarandáes,<br />corta de un solo tajo la llovizna cayendo sobre el río<br />donde ahoga los celos, las pulidas ausencias, los amores discretos,<br />el temblor de la luna en la maraña.<br /><br />Mira de frente al mundo que supura <br />llagas de soledad, pus de derrotas, podredumbre de afrentas, <br />pero le duele el gesto que no se atreve a levantar el grito <br />ni ejercita derechos ni delata mentiras <br />ni amotina pancartas, <br />pero le duele el freno <br />imponiendo prudencias a pesar del despojo, <br />el desnudo velamen de esos sueños que no encuentran destino <br />pues nunca tuvo nada que no fuera un discurso de igualdad celebrante, <br />un ingenuo racimo de palabras.<br /><br />Esta vez alzará todo el desvelo, <br />se armará hasta el presidio delinquiendo por flancos de humillaciones viejas, <br />incitará a la vida con espinas de rojos estribillos <br />para encontrar justicia, erigir horizontes, <br />restituir la esperanza.<br />Dentro de poca sangre <br />saldrá de su agonía a inmolar disimulos, <br />dentro de poco agravio rasgará la obediencia corrosiva <br />porque es tanto el repudio y es tanto el desconsuelo y es tanta la desdicha <br />que no alcanza el horror para callarla.Unknownnoreply@blogger.com0